Cuando pensamos en jubilados extranjeros viviendo en Tenerife, la primera imagen que suele venir a la mente es la del sur: playas soleadas, complejos turísticos y vida relajada junto al mar.


Sin embargo, cada vez más personas que deciden retirarse en Canarias están mirando hacia el norte de la isla.
 ¿El motivo? Una combinación perfecta de autenticidad, clima equilibrado y mejor calidad de vida durante todo el año.

1. Clima más templado (y menos extremo)

Sí, en el sur hay más sol. Pero muchos jubilados descubren que el clima del norte es más suave y fresco, especialmente en verano.
 Zonas como La Orotava, Puerto de la Cruz, Tacoronte o El Sauzal ofrecen temperaturas estables, con menos calor intenso y más humedad natural, algo que agradece quien busca comodidad y bienestar diario.

“Aquí no tengo que esconderme del sol ni vivir con el aire acondicionado encendido todo el día”, nos cuentan muchos residentes europeos en la zona norte.

Además, la vegetación y el paisaje verde hacen que el ambiente sea más agradable para pasear o practicar actividades al aire libre sin el agobio del calor constante.

2. Entornos más tranquilos y auténticos

El norte de Tenerife mantiene un ritmo de vida más local, donde la cultura canaria se respira en el día a día.
 No hay grandes masas de turistas, los precios son más estables y la vida cotidiana tiene ese equilibrio que muchos jubilados buscan: tranquilidad, seguridad y cercanía con la comunidad.

Municipios como La Matanza, El Sauzal, Los Realejos o Icod de los Vinos combinan esa paz rural con todos los servicios necesarios: farmacias, centros de salud, supermercados y transporte público.

3. Vivienda más asequible y con vistas únicas

Mientras que en el sur los precios de la vivienda siguen aumentando por la demanda turística, en el norte todavía es posible encontrar casas o apartamentos con vistas al mar y al Teide a precios razonables.

• Alquiler medio de una vivienda de 1-2 habitaciones: entre 600 y 850 € al mes.

• Viviendas en propiedad: desde unos 1.700 €/m², según la zona.


Además, muchas propiedades en el norte cuentan con terrazas amplias, huertos o pequeños jardines, ideales para quienes disfrutan de la jardinería o quieren un estilo de vida más natural.

4. Conexión y servicios sanitarios de calidad

Aunque el sur tiene mayor infraestructura turística, el norte ofrece excelente conexión con hospitales y servicios médicos públicos y privados.
 El Hospital Universitario de Canarias y el Hospital del Norte cubren toda la zona, junto con centros de salud en casi todos los municipios.

Para los jubilados extranjeros que disponen de un formulario S1, registrarse en el Servicio Canario de la Salud desde el norte es igual de sencillo que en el resto de la isla.

Además, el norte está bien comunicado por carretera y transporte público, con fácil acceso a Santa Cruz, La Laguna y el aeropuerto Tenerife Norte (Los Rodeos).

5. Vida cultural y comunidad internacional sin masificación

Puerto de la Cruz sigue siendo el corazón del norte en cuanto a vida social y cultural.
 Allí conviven residentes canarios con comunidades europeas muy activas: británicos, alemanes, franceses o nórdicos que organizan encuentros, clubes de lectura, caminatas y actividades sociales durante todo el año.

La diferencia es que aquí la integración se da de forma más natural, en contacto con los vecinos locales, sin el aislamiento que a veces ocurre en los complejos turísticos del sur.

6. Naturaleza y bienestar a diario

Desde el norte de Tenerife se accede fácilmente al Parque Nacional del Teide, al Monte de la Esperanza y al Parque Rural de Anaga, tres espacios naturales únicos para disfrutar de caminatas, senderismo o simplemente aire limpio.

Esta conexión con la naturaleza, junto con un ritmo de vida pausado, favorece un envejecimiento activo y saludable.
 Muchos jubilados lo resumen con una frase sencilla:

“Aquí siento que vivo, no que estoy de vacaciones eternas.”

En resumen

El norte de Tenerife se está consolidando como una de las zonas más atractivas para jubilarse en Canarias.
 Ofrece un clima más equilibrado, precios más asequibles, entornos tranquilos, servicios completos y autenticidad local, todo sin renunciar al encanto de la isla.

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